¿Qué aspectos de la terapia basada en el arte son importantes cuando se trabaja con niños que tienen TEA?

Según Temple Grandin la terapia artística tiene el potencial para abordar los problemas sensoriales que generalmente tienen las personas con TEA. Ella comenta que algunas personas con autismo piensan en imágenes y que los sustantivos son las palabras más fáciles de aprender, porque se relacionan directamente con una imagen. Alienta el uso del movimiento cinestésico para ayudar a aprender nuevos conceptos físicos.

El uso de la terapia artística en los entornos educativos ha sido útil para fomentar el desarrollo psicosocial, a través del uso de la expresión visual y los métodos de comunicación dentro de un ambiente estructurado. Las cuatro áreas que la terapia artística puede abordar son: 1) crecimiento cognitivo, 2) regulación emocional, 3) estilos adaptativos de comportamiento, y 4) desarrollo físico. La terapia artística ha abordado cada uno de estos aspectos en múltiples estudios. Varios estudios han abordado la arte-terapia como un catalizador para el crecimiento cognitivo y la integración sensorial. Por ejemplo, se ha desarrollado la intervención “construir una cara” para ayudar con el reconocimiento de emociones faciales que reforzaría la identificación de emociones a través del uso de materiales tridimensionales. Además, se ha señalado que a través del collage sensorial y el dibujo abstracto, las personas con TEA pueden practicar la interacción social y el reconocimiento de señales faciales para facilitar la auto-expresión emocional, la auto-regulación así como la integración de nuevas experiencias sensoriales.

Las terapias basadas en el arte también actúan sobre los estilos de comportamiento, porque intervienen en la independencia, la maduración, la socialización, la interacción positiva de los compañeros, la identidad del grupo, la motivación, la iniciativa y la responsabilidad. Varios estudios observaron mejoras en estas áreas después de la terapia artística.

El desarrollo físico puede definirse como las habilidades motoras practicadas durante el proceso artístico. Estudios que combinan arte-terapia con análisis de comportamiento aplicado, mostraron mejoras en el desarrollo de habilidades físicas y motrices finas tales como cortar, pegar, colorear y trabajar la arcilla. Se ha señalado la importancia de ofrecer diversos materiales y oportunidades de expresión para permitir que distintos medios cinestésicos, creativos y sensorios se comuniquen. También se enfatizó la relación y el compromiso del terapeuta con el paciente a través de la adaptación a las necesidades de la persona con autismo, el apoyo y la configuración de las experiencias sensoriales, así como la provisión de sugerencias para asistir a experiencias desafiantes y gratificantes.

El monitoreo de cómo los beneficios ocurren fuera de las sesiones fueron elementos importantes que ayudaron a influir en los resultados, incluyendo mayor flexibilidad y relajación, mejoras en las habilidades sociales y de comunicación, así como una mejor imagen de sí mismo y habilidades de aprendizaje. Tiene el potencial de impactar múltiples áreas de un niño que tiene autismo. 

Consideraciones para la arte-terapia en personas con autismo

  • Enmarcar la apertura de cada sesión: Use rituales para comenzar cada sesión y llegue a ella con energía y presencia suficiente para captar la atención del individuo con autismo.
  • Introducir la directiva artística: Explique las instrucciones de forma clara. Utilice una serie de ejemplos visuales. El objetivo no es restringir sus posibilidades, sino proporcionar fuente de inspiración y comprensión de la meta detrás de la dirección artística. Al mismo tiempo, la persona con TEA puede interpretar la consigna de otra manera, puede ser necesaria una mayor seguridad para estimular la creatividad y la confianza.
  • Para los individuos que muestran dificultad para comenzar el proceso de creación de arte, promover el compromiso y recompensar la iniciación mediante la integración de un sistema de recompensas. Esto podría incluir hacer una persecución de garabatos o jugar brevemente con el cliente usando los materiales de arte. Después de la actividad estructurada, proporcione oportunidades para que las personas tomen el arte libremente, fomentando su propio estilo y expresión creativa.
  • Comuníquese con claridad: Use expresiones sencillas y una comunicación verbal claramente pronunciada. Por ejemplo, utilice frases cortas y específicas. Además, proporcione selecciones tangibles y claras que estimulen la autonomía, como por ejemplo: "puedes usar esto o aquello".
  • Disfrute de su curiosidad: Utilice la curiosidad natural de los pacientes y el interés en temas particulares para enseñar nuevas habilidades. Estos factores de motivación también pueden usarse para iniciar habilidades verbales y sociales.
  • Esté consciente de las transiciones: Anticipe, recuerde al final de cada sesión en qué van a trabajar durante la próxima sesión. Marcar el principio, el medio y el final de las sesiones, y establezca una rutina. Para aliviar la tensión, las señales visuales, tales como las advertencias de tiempo, pueden ayudar especialmente cuando la sesión llega a su fin. Además, asegúrese de proveer suficiente tiempo para terminar la actividad y limpiar.
  • Alentar a compartir con otros: cuando comparten, proporcionar una recompensa directa e instantánea como refuerzo positivo. Acuérdese que también necesitan pausas o tiempo para trabajar individualmente.
  • Proporcionar la preparación para la terminación de las sesiones: El proceso de terminación debe ser personalizado en función del nivel de comprensión. Algunas veces la creación de un calendario visual ayuda.

Factores que no son útiles

  • Tener expectativas demasiado altas conduce a la decepción y la frustración.
  • Forzar o ser restrictivo con los estilos de comunicación, por ejemplo enfatizar el uso del contacto visual, lleva a la persona con TEA a sentirse frustrado o decepcionado.
  • El uso de conceptos abstractos no es útil, es mejor usar lenguaje conciso y concreto que resulta en una comprensión más clara entre el terapeuta de arte y la persona con autismo.
  • El uso de materiales artísticos excesivamente estimulantes antes de aprender acerca de la tolerancia sensorial de persona, puede desencadenar crisis.
  • Cambiar el tiempo de sesión de terapia de arte, altera la rutina del cliente. Se recomienda mantener el horario, la continuidad y regularidad, para proveer estabilidad, así como un sentido de la confianza. Si un objetivo terapéutico es trabajar la flexibilidad, se sugiere realizar esto a un ritmo lento.

Conclusión

Esta visión general de la buena práctica desarrollada en respuesta a las encuestas ayuda a allanar el camino para entender cómo el trabajo de los terapeutas de arte mejora el aprendizaje y el desarrollo de las personas que tienen autismo. Este es un primer paso hacia la expansión de una base de evidencia para la terapia de arte en autismo. Existe una necesidad continua de investigar el nivel de efectividad de la terapia de arte para satisfacer las necesidades cognitivas, emocionales, conductuales y físicas de las personas con TEA. Estudios futuros necesitarán incluir un tamaño mayor de la que se usó anteriormente, y un grupo de control para la comparación. Los ensayos con métodos mixtos, que incluyen observaciones de los padres, maestros y terapeutas, ayudarán a proporcionar evidencia corroborativa para el cambio y ayudarán a descartar factores externos que podrían impactar las puntuaciones de los participantes. Estudios que investigan mecanismos específicos de terapia de arte serán capaces de identificar y promover la comprensión del impacto de la terapia de arte para individuos con trastornos del espectro autista.

Modificado de: Van Lith T, Woolhiser Stallings J, Elliott Harris C. 2017. Discovering good practice for art therapy with children who have Autism Spectrum Disorder: The results of a small scale survey. The Arts in Psychotherapy 54: 78–84