Para todos estos momentos son difíciles, tenemos que agudizar nuestro ingenio, sacar de la galera actividades, ideas, tareas, para hacer que nuestros chicos se entretengan, no pierdan aprendizajes adquiridos, y sigan avanzando a pesar de las circunstancias.
Toda la rutina que tanto les costo aprender e internalizar hoy ya no es la que nos guía, hay que repensar sus agendas, pero ya no con horarios tan estrictos y pasibles de ser modificadas de acuerdo a las circunstancias diarias, no tenemos fecha segura de vuelta a clase, ni a sus terapias, ni posibilidad de planificar salidas, paseos, reuniones.
Lucas tiene 20 años y su capacidad de entender de que se trata el coronavirus, el aislamiento, las modificaciones de rutina son limitadas, hoy nos vemos en la necesidad de pensar nuevas rutinas que nos permitan mantener aquello que ha costado tanto lograr y avanzar pensando en todo aquello que es funcional. Es la oportunidad para sumarlo a las tareas cotidianas, siempre brindándole las ayudas necesarias, en otros momentos no tenemos tiempo de darle tiempo, hoy es el momento de generar tiempos para vestirse solo, poner la mesa, doblar y guardar la ropa, etc.
También estar atentos a sus deseos de tiempo libre, tal vez podemos pensar rutinas que vayan alternando el hacer, disfrutar del ocio, jugar, actividades que sean beneficiosas como hacer ejercicios y si tenemos espacio juegos que requieran desplazamientos.
Atendiendo a lo que dicen los médicos sobre la necesidad de no tener contacto físico, también pensar en pequeños paseos en horarios de poca circulación de gente por la calle. Y si hay familia a la que no podemos ver, crear para nuestros hijos nuevos medios de contacto, videos, charlas por el celu y todo aquello que les permita estar más cerca aún a la distancia.
Este tiempo de estar en casa puede también ser positivo, disfrutemos con nuestros hijos parte de ese tiempo que por nuestras tareas no siempre tenemos disponible.
Patri, mamá de Lucas