La desregulación emocional-entendida como el fracaso para regular las emociones de manera apropiada y efectiva- no es considerada como un déficit básico en TEA. Sin embargo, padres y médicos han subrayado desde hace tiempo el importante papel desempeñado por las respuestas emocionales desadaptativas que podrían ser un resultado de emociones desreguladas. Estas respuestas tienen la forma de irritabilidad, falta de control de la ira, rabietas, conductas autolesivas, la agresión, y la desregulación del estado de ánimo. Algunos hallazgos sugieren que las respuestas emocionales desadaptativas pueden contribuir a problemas de funcionamiento y podría en consecuencia afectar el resultado a largo plazo.
Estrategias desadaptativas o idiosincrásicas tales como la evitación y el llanto son más comunes en niños con autismo. Recientemente, un estudio sugirió que los niños y adolescentes con TEA hicieron un uso menos frecuentes y menos eficaz de estrategias de adaptación de regulación emocional como conductas dirigidas a un objetivo o la búsqueda de apoyo social en comparación con jóvenes con desarrollo típico. Esta disminución del uso de estrategias de regulación emocional también se ha demostrado en adultos. Lo que no se sabe, sin embargo, es cómo las características del autismo están relacionadas con la desregulación emocional.
En este estudio examinó la asociación entre desregulación emocional y las características principales de los trastornos de espectro autista, incluyendo déficits en la vida social y la comunicación, intereses restringidos y comportamiento repetitivo, y sensibilidades sensoriales. Un índice desregulación emocional (EDI) fue calculado sobre la base de los elementos de la Conducta Infantil (CBCL) que mejor representan la desregulación emocional basada en las opiniones de expertos.
Los resultados fueron consistentes con investigaciones previas que registran altas tasas de desregulación emocional en los individuos con TEA. Sin embargo, este es el primer estudio en proporcionar evidencia preliminar de apoyo a una relación entre todas las características centrales del autismo y la desregulación emocional.
Los hallazgos indican que la severidad de los síntomas en cada una de las características centrales del autismo, incluyendo déficits en la vida social y de comunicación, conductas repetitivas y alteraciones sensoriales, se relacionaron significativamente con la desregulación emocional. Estas observaciones, en concreto la asociación entre EDI y los déficits sociales y de comunicación, son coherentes con informes anteriores de una asociación entre habilidades sociales pobres y desregulación emocional; y los estudios que proporcionaron evidencia inicial de un vínculo entre desregulación emocional y competencias sociales.
Curiosamente, los intereses restringidos y las conductas repetitivas aparecieron como los mejores predictores de la desregulación emocional, cuando otros factores se mantienen constantes. Este hallazgo podría indicar que los individuos con TEA con intereses restringidos fuertes y comportamientos repetitivos muy marcados son menos capaces de regular sus emociones debido a las dificultades que inhiben comportamientos en curso. Una explicación es que desregulación emocional en TEA dispara mecanismos de control compensatorias expresadas por un interés restringido y comportamientos repetitivos. En consecuencia, los grupos de síntomas que incluyen la preocupación excesiva por un patrón, la inflexibilidad, las conductas estereotipadas y repetitivas podrían ser la manifestación de un sistema de regulación emocional deficiente favorecidos por las redes frontales y subcorticales.
Aunque plausible esta hipótesis requiere investigaciones multimodales para examinar más a fondo estas relaciones en un diseño longitudinal. También se necesitan investigaciones futuras para abordar la especificidad de las relaciones entre desregulación emocional y la gravedad de las características principales de autismo. Es esencial para determinar si la gravedad de todas las características básicas podrían predecir la desregulación emocional o si está solo relacionada con los intereses restringidos y comportamientos repetitivos. Además, hay que platear si la desregulación emocional debe ser considerada como parte de las principales características de TEA, o como un síntoma asociado.
La comprensión de la sintomatología del autismo podría ayudar a un tratamiento eficaz para la desregulación emocional, que también podría mejorar las características centrales del autismo, especialmente los comportamientos restringidos y repetitivos. Esta estrategia ofrece una oportunidad única para orientar estos comportamientos tradicionalmente resistentes al tratamiento con el desarrollo de programas de formación que tienen como objetivo la promoción de procesos reguladores de las emociones. Finalmente, la disponibilidad de este tipo de programas de capacitación también podría disminuir el uso de agentes farmacológicos asociados con efectos secundarios graves (por ejemplo, los medicamentos antipsicóticos), para reducir los comportamientos perjudiciales relacionados con la desregulación emocional, tales como irritabilidad, rabietas, la agresión o conductas autolesivas.
Modificado de: Samson A, Phillips J, Parker K, Shah S, Gross J, Hardan A. 2014. Emotion Dysregulation and the Core Features of Autism Spectrum Disorder. J Autism Dev Disord 44:1766–1772. DOI 10.1007/s10803-013-2022-5